Para una persona de 23 años que ama salir y conocer nueva gente, las apps sociales solían sentirse como una decepción interminable. Probé casi todos los grandes nombres: Tinder, Bumble, incluso unas específicas para amantes de hobbies, pero ninguna me quedó. ¿El mayor problema? Conseguir coincidencias se sentía como esperar un autobús que nunca llega.
Pasaba horas perfeccionando mi perfil, deslizando la pantalla con cuidado, y aún así terminaba mirando una caja de chat vacía durante días. No era solo lento; incluso cuando conseguía una coincidencia, la mayoría de las conversaciones se apagaban después de “Oye, ¿cómo te fue hoy?”. Me dejó sentir más solo que conectado, como si gritara en un vacío.
Luego un amigo mencionó XFUN, y pensé “¿por qué no?”, no tenía nada que perder. Desde el momento en que abrí la app, noté una diferencia: los colores. A diferencia de otras apps que usan azules intensos o acentos neón que me cansan los ojos después de 10 minutos, XFUN tiene una paleta suave y cálida: piensa en rosas apagados y verdes menta suaves. Se siente acogedor, como envolverse en un suéter favorito, y ese pequeño detalle me hizo querer pasar tiempo en ella en lugar de temer deslizar la pantalla.
La velocidad de las coincidencias. Creé mi perfil (hablando de mi amor por las películas independientes y los paseos por cafeterías los fines de semana) y en menos de 45 minutos, tuve dos coincidencias. No eran cualquier coincidencia: personas que realmente leyeron mi perfil. Un chico me preguntó por mi director independiente favorito; otro mencionó una nueva cafetería que nunca había escuchado. Sin ese “¿qué tal?” genérico, sino preguntas reales y curiosas. Fue entonces cuando me di cuenta de que XFUN no era solo otra app: estaba hecha para personas que quieren conexiones reales, no solo deslizar la pantalla sin pensar.
Salí a citas con ambas coincidencias: la primera era agradable (nos conectamos por nuestra aversión a los días de viaje al trabajo con lluvia), pero no funcionó. Pero la segunda? Su nombre es Leo, y nos llevamos muy bien al instante. Hablamos dos horas en esa cafetería que mencionó, y el siguiente fin de semana exploramos un mercado vintage en el centro.
Desde entonces, fuimos a un pequeño festival de cine, probamos una clase de cerámica casera (DIY) e incluso planeamos un viaje de un día a una playa cercana. Antes de XFUN, mis fines de semana estaban llenos de maratones de Netflix y de ver las diversiones de otros en Instagram. Ahora, están llenos de risas, nuevas experiencias y alguien que realmente entiende mi obsesión por las malas películas románticas cómicas de los años 90.
Las apps sociales solían hacerme sentir que estaba perdiendo algo. XFUN no solo arregló eso, sino que me dio más de lo que esperaba: coincidencias rápidas y auténticas, un diseño que se siente como un abrazo y una vida que ya no es aburrida.
Si estás cansado de esperar coincidencias que nunca llegan y conversaciones que no llevan a nada, dale una oportunidad a XFUN. No es solo una app: es la razón por la que ahora espero los fines de semana en lugar de temerlos.